POSIBLES ALTERNATIVAS O TRATAMIENTO
Las personas con depresión se fijan más
en las consecuencias inmediatas de su conducta, despreciando las consecuencias
a largo plazo más positivas. Estas personas pueden también ser muy exigentes
consigo mismos y consecuentemente fallan en conseguir sus objetivos demasiado
elevados y se auto refuerzan con muy poca frecuencia, mientras que se
autocastigan muy frecuentemente. El tratamiento, según esta terapia consiste en
dotar a los pacientes en habilidades de autocontrol para avanzar en los
objetivos importantes y participar más en conductas que sean reforzantes.
La depresión no sólo existe, sino
que es un trastorno psicológico cuyas tasas han ido en aumento en los últimos
tiempos (Klerman & Weissman 1989).
Existen dos métodos principales para
evaluar la depresión, uno es la entrevista y el otro la auto-aplicación de
pruebas (Katz, Shaw, (1995).
Actualmente el diagnóstico de los
trastornos psicológicos se basa en el manual estadístico para el diagnóstico de
los trastornos mentales (DSM-IV), que es un sistema clasificatorio. Sin
embargo, una etiquetación, como la que propone ese manual, tiene poca aplicación
en la práctica diaria de la terapia cognitivo conductual, que se centra en las
conductas concretas del paciente.
La
terapia de la conducta para la depresión: esta terapia
incluye seis variantes: programa de actividades agradables, entrenamiento en
habilidades sociales, curso para el afrontamiento de la depresión de Lewinsohn,
terapia de auto- control, terapia de solución de problemas y terapia conductual
de pareja, la terapia cognitiva de Beck y la psicoterapia interpersonal
de Klerman. Así mismo, estas terapias han mostrado como mínimo una eficacia
similar a la de los mejores tratamientos farmacológicos.
La Terapia de Conducta ofrece un
planteamiento completo de la depresión, como de cualquier otro trastorno
psicológico. En este sentido, dispone tanto de una teoría psicopatológica, como
de la evaluación psicodiagnóstica y del procedimiento terapéutico
correspondiente.
La Terapia del Autocontrol de
Rehm (1977) para la depresión. Asume que la depresión se
caracteriza por déficits específicos en el manejo de la conducta de uno
mismo. La terapia de Rehm también tiene un componente fundamental en la
activación conductual. Desde su perspectiva, las habilidades de autocontrol se
consideran importantes para asegurar que un individuo consiga refuerzo externo.
También lo son para reaccionar ante el fracaso, ya que permiten persistir o
cambiar la conducta que va dirigida a al objetivo que se pretende.
Terapia
cognitiva de la depresión de Beck: considera que la principal
alteración en la depresión está en el procesamiento de la información. Durante
la depresión están activados una serie de esquemas (formas de percibir la
realidad que influyen realidades y emociones).
Las emociones y conductas típicas de la
depresión están determinadas en gran medida por la forma en que el depresivo
percibe la realidad. Este modelo de trabajo de Beck relaciona la cognición, la
emoción y la conducta.
El
tratamiento psicológico a través de terapia cognitiva para la depresión brinda
al paciente apoyo desde diferentes perspectivas, a nivel intrínseco y
extrínseco.
El
terapeuta posibilita el cambio o la adaptación de la persona, después de haber
sufrido el evento traumático, iniciando con un proceso de autoevaluación, donde
se impulsa al paciente para que supere su fuerte autocrítica, sentimiento de
culpa o fracaso y su baja autoestima; reconociéndose también como una persona
con cualidades y vivencias positivas. A través de este primera paso el
terapeuta inicia un camino para reducir el sufrimiento que vive el paciente
depresivo y comienza a identificar sentimientos, pensamientos e ideas, que
podrá usar a lo largo de la terapia.
Es
muy importante mostrarle al paciente la diferencia entre una situación
compleja, problema crítico o evento de naturaleza normal. Seguidamente, el
terapeuta ayudará al paciente a identificar qué dificultades presenta respecto
a sus habilidades sociales y le apoyará para el fortalecimiento de las mismas;
es significativo que el paciente entienda que a pesar de sus limitaciones puede
desarrollar herramientas que le llevarán al logro de metas positivas para su
vida y que esa capacidad de resiliencia está allí tratando de emerger para que
retome las riendas de su vida.
La
terapia cognitiva procura alejar al paciente del pesimismo y ayuda al paciente
a trazarse metas aterrizadas, identificando sus necesidades reales, alejándolo
de expectativas fuera de su alcance para que evite sentirse defraudado.
El
siguiente paso es fortalecer la capacidad de introspección del paciente,
logrando que se reconozco como es a través de un dialogo interno saludable,
cargado de enunciados positivos y alejado de los negativos.
Es
trascendental hacer una adecuada
retroalimentación al paciente, hablando en positivo, tratando de que evite la
sobregeneralización negativa, que no realice una autoevaluación distorsionada y
presentándole ideas optimistas ante cada situación.
Esta
terapia se basa en la idea de que es nuestra forma de pensar la que nos
enferma, la que nos lleva a la depresión. Por lo tanto, su método consiste en
una reeducación del pensamiento, transformando todos los pensamientos negativos
por otros positivos.
La
depresión actúa transformando nuestro pensamiento de forma que llegamos a creer
que todo está mal, que los problemas son irresolubles, que somos incapaces de
afrontar la vida, nos vemos incompetentes y es culpa nuestra todo lo que sucede
a nuestro alrededor. El miedo, la inseguridad y la falta de autoestima nos
llevan a un estado de triztez, de decaimiento y hasta de parálisis.
Por
eso la terapia cognitiva actúa sobre ese pensamiento erróneo, que la depresión
ha convertido en un pensamiento oscuro y gris y nos ayuda a recuperar otra
forma de pensar, a tomar contacto con la realidad y a recuperar la actitud para
resolver los problemas y no hundirnos en ellos.
Según
Beck el modelo cognitivo de la depresión. intenta conceptualizar de otro modo
la relación propuesta tradicionalmente entre cognición, emoción y conducta. En
lugar de pretender, como en el esquema clásico estímulo-respuesta, que la
emoción evocada determina los pensamientos y conductas del sujeto de tal manera
que si modificamos aquélla (por ejemplo por medio de fármacos) mejoraremos
estos últimos, ahora la generación de emociones y conductas se los ve
dependientes de una evaluación cognitiva del significado de la información
ambiental. En la Figura 1 se aprecia que el papel central en la depresión se le
otorga al procesamiento de la información. Más precisamente, la interacción
entre juicio, afecto y conducta es de naturaleza cíclica de tipo
"espirales hacia abajo" (downward) en que van reforzándose
recíprocamente entre sí humor depresivo y culpa gracias a una interpretación o
sentido deformada (13). La emoción sigue siendo pieza clave del cuadro pero no
es la determinante última.
Las
operaciones cognitivas son la manera cómo las "estructuras" y los
"procesos" cognitivos participan de modo interactivo para elaborar la
información proveniente de los datos sensoriales, y gestan los
"contenidos" (pensamientos, creencias, ideas). En la depresión se
influyen circularmente de acuerdo a una retroalimentación negativa y deformada
que se va perpetuando y causando los síntomas y quejas psicológicos así como las
manifestaciones somáticas.
La
terapia de resolución de problemas para la depresión: La terapia de resolución de problemas, no solamente enseña a los
pacientes a resolver problemas, sino que su eficacia reside en cambiar la forma
en la que se enfrentan a los problemas, considerándolos como un reto y una
posibilidad de mejorar, en lugar de hechos sobre los que no se tiene demasiado
control y hay que soportarlos. De nuevo, un componente de esta terapia es dar
al paciente la capacidad de activarse y actuar para conseguir sus objetivos.
De acuerdo
al diagnóstico realizado a nuestra paciente, podemos iniciar la intervención evaluando
las tareas que no se han resuelto, como lo es el duelo patológico que ha vivido
hasta este momento. La paciente debe iniciar afrontando el hecho de que sus familiares se han ido y no
volverán nunca más. Un duelo requiere que terapeuta y cliente evalúen qué
tareas no se han resuelto.
Por
otra parte se debe ayudar a la paciente a recuperar la capacidad de reatribuir
significado a un mundo transformado en el cual vive actualmente, ya que de esta
manera va a ser más fácil la readaptación al medio en el que vivía antes. La
intervención irá completada de técnicas de reatribución y para modificar
imágenes, así como de distintos procedimientos para aliviar los síntomas
afectivos.
En
las primeras fases del tratamiento conductual se suelen emplear técnicas
conductuales a fin de acercarse al nivel de funcionamiento que tenía el
paciente antes de la depresión. Conseguido esto se van utilizando un mayor
número de técnicas cognitivas que requieren un razonamiento abstracto y que van
a servir como acceso a la organización cognitiva del paciente, para buscar
distorsiones cognitivas base en los pensamientos negativos y automáticos.
Entre
las técnicas conductuales podemos reseñar: la programación de actividades y
asignación de tareas graduales, la práctica cognitiva y el entrenamiento
asertivo. En las técnicas cognitivas destacamos en entrenamiento en observación
y registro de cogniciones, demostrar al paciente la relación entre cognición,
afecto y conducta, etc.
La
activación conductual
El
tratamiento sobre el que más estudios se han hecho y que ha mostrado su
eficacia de forma más contundente, mostrándose incluso más eficaz que el
tratamiento farmacológico, ha sido el tratamiento
cognitivo conductual.
Tratamientos
cognitivo conductuales
Los modelos cognitivos emplean la metáfora del hombre
como sistema de información, es decir, similar a un ordenador. El hombre
procesa información del medio antes de emitir una respuesta, clasifica, evalúa
y asigna significado al estímulo que recibe en función de su conjunto de
experiencias que tiene almacenadas en su memoria, provenientes sus experiencias
anteriores de interacción con el medio y de sus creencias, suposiciones,
actitudes, visiones del mundo y autovaloraciones.
La terapia cognitiva afirma que en los trastornos
emocionales surgen de los pensamientos irracionales. Si se analizan los
pensamientos que están detrás de un comportamiento y se le hace lógico y
racional, el problema psicológico se solucionará. Existe una distorsión
sistemática en el procesamiento de la información, de este modo la perturbación
emocional depende del potencial de los individuos para percibir negativamente
el ambiente y los acontecimientos que les rodean.
Con la
aplicación de esta terapia vamos a ayudar a que la paciente evalué las
situaciones relevantes vividas de forma lógica y realista y a tenerlas en
cuenta en las nuevas situaciones que se presenten. La intervención irá
complementada de técnicas de reatribución para modificar imágenes, así como de
distintos procedimientos para aliviar los síntomas afectivos.
La depresión es una enfermedad que Sí tiene cura, el
tratamiento de la depresión y qué tan efectivo puede ser, dependerá hasta
cierto punto de la naturaleza y severidad de la depresión en cuestión.
Cuando una persona se deprime, resulta importante
que reciba ayuda de una institución especializada o de un profesional. Existen
diferentes alternativas para el tratamiento de la depresión. El tratamiento ha
de ser abordado por profesionales de la salud, psiquiatras o psicólogos.
Las personas deprimidas necesitan de todo el apoyo
posible que las anime a buscar ayuda, sobre todo si han alcanzado un
estado profundo. Es importante buscar ayuda en cuanto aparezcan los primeros
síntomas, ya que si el estado de la enfermedad es muy avanzado, las personas
pueden estar viviendo desesperadamente, lo cual impide que comprendan que la enfermedad
puede ser tratada por un especialista.
En la actualidad existen tratamientos muy eficaces
para tratar esta enfermedad; la selección del tratamiento dependerá del
resultado de una evaluación. Existe una gran variedad de medicamentos
antidepresivos y psicoterapias que se pueden utilizar para tratar la depresión.
La psicoterapia sola es efectiva en algunas personas con
formas más leves de depresión. Las personas con depresión moderada o grave a
menudo mejoran con antidepresivos o psicoterapia.
Para concluir debemos tener
presente que la paciente le expresa a la Dra. Tobin los deseos de recuperar la
vida que llevaba antes de presentarse este problema, favoreciendo de esta
manera que el tratamiento que se realice, sea eficaz, efectivo y duradero. Por otra parte se puede notar que la paciente
ya está pasando la etapa de depresión que padecía, de acuerdo a los datos
presentados.
Las pruebas serán concluyentes a
la hora de realizar la evaluación, porque en esos momentos se puede apreciar que
presenta problemas de atención, de adaptación al medio, debido a los tres años
que estuvo por fuera de su hogar viviendo en las calles, facilitando de esta
manera su pronta recuperación a la vida exitosa que llevaba antes.
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