¿Qué es la depresión?
La depresión, es una enfermedad grave y común que nos
afecta física y mentalmente en nuestro modo de sentir y de pensar. La
depresión nos puede provocar deseos de alejarnos de nuestra familia, amigos,
trabajo, y escuela. Puede además causarnos ansiedad, pérdida del sueño, del
apetito, y falta de interés o placer en realizar diferentes actividades.
¿Qué
síntomas definen la depresión?
Muchos
sujetos que han sufrido episodios depresivos en el pasado, saben diferenciar
muy bien la tristeza, el malestar psíquico y la discapacidad que sufrieron en
aquellos episodios, del malestar provocado por los síntomas emocionales y
afectivos derivados de enfrentar los problemas de la vida cotidiana. Los síntomas
abarcan desde cuadros con escasa repercusión funcional, hasta otros enormemente
discapacitantes por la severidad de los síntomas clínicos, en las situaciones
de duelo se ha observado que el 35-58% de los sujetos que han sufrido
la pérdida de un ser querido tienen un síndrome depresivo al mes de la pérdida,
así como también la presencia de síntomas psicóticos, graves alteraciones
psicomotoras y síntomas cognitivos.
La depresión es el resultado de una combinación de
factores de predisposición genética aunado a factores orgánicos y psicológicos.
Generalmente se asocia la depresión con un
sentimiento de tristeza o vacío; sin embargo existen personas que no
tienen este sentimiento y se encuentran deprimidas. Esto ha ocasionado que
muchas personas no se den cuenta de su depresión.
De igual manera, la tristeza es una estado de ánimo
normal, por esto, no se puede decir que una persona que esté triste un día
o por un período de tiempo a causa de alguna situación particular, está
deprimida, sin embargo, cuando la tristeza y el decaimiento general del
estado de ánimo es permanente, continuo, sin límite alguno, como un hecho
normal, entonces la persona si está deprimida.
La depresión puede presentarse por distintas causas, sin
embargo el principal motivo por el cual puede producirse, es por una
pérdida. Esta pérdida puede ser la muerte de algún ser querido, la ruptura
con la pareja, la pérdida del trabajo, enfermedades, problemas de empleo,
problemas familiares, soledad o tensión, entre otros factores.
Síntomas
Ánimo abatido. Es descrito como el sentimiento de
tristeza.
Sentimientos negativos hacia sí mismo. Hay un
sentimiento generalizado de desagrado sobre sí mismo.
Insatisfacción. Se pierde el interés y el gusto por
realizar actividades.
Indiferencia afectiva. Hay una disminución del
interés en algunas actividades, en el afecto o preocupación por otras personas.
Accesos de llanto. Las personas deprimidas lloran
sin razón aparente, tienen más ganas de llorar o lo hacen con más frecuencia
que cuando no están deprimidas.
Pérdida del sentido del humor. Muestran una actitud
diferente al humor a como lo hacen generalmente. Las cosas que les causan
gracia e interés dejan de hacerlo.
Las manifestaciones
también se expresan en la manera de pensar:
Baja valoración de sí mismo. Hay una autoevaluación
y una baja autoestima.
Sentimientos de desesperanza. Hay una actitud
pesimista en el presente y hacia el futuro.
Auto-acusaciones y autocrítica. Hay una tendencia a
criticarse así mismo, encontrarse deficiencias y a reprocharse.
Indecisión. Hay una dificultad para tomar decisiones
y presentan cambios de opinión, asimismo hay dificultad para tomar una
alternativa.
Distorsión de la imagen corporal. Las personas
deprimidas se preocupan mucho por su aspecto físico y, tienden a valorarlo
negativamente, o contrariamente, se niegan a cuidar su imagen corporal.
Pensamientos negativos de incompetencia. Se
presentan sin que exista una justificación clara y objetiva.
Los cambios
motivacionales que pueden presentarse se refieren a:
Aumento de la dependencia. Es el deseo de recibir
ayuda, éste sobrepasa la necesidad real y puede tener un significado
importante.
Parálisis de la voluntad. A las personas deprimidas
se les dificulta ponerse en movimiento, incluso para realizar actividades
cotidianas y elementales como comer, trabajar, estudiar, dormir, hacer
ejercicio, etc.
Deseo de evasión, escape o aislamiento. Consideran
sus actividades cotidianas como aburridas y sienten la necesidad de aislarse,
sueñan despiertos y se alejan de la gente.
Deseos suicidas. Es el deseo de querer estar muerto
o de querer matarse. Este puede ir desde la simple idea hasta la realización
del acto suicida.
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